lunes, 16 de abril de 2007

AVISO PARA NAVEGANTES



"¡Arriad el foque!, ordena el capitán. ¡Arriad el foque!, Repite el segundo. ¡Orzad a estribor!, grita el capitán. ¡Orzad a estribor!, repite el segundo. ¡Cuidado con el bauprés!, grita el capitán. ¡El bauprés!, repite el segundo. ¡Abatid el palo de mesana!, grita el capitán. ¡El palo de mesana!, grita el segundo. Entretanto, la tormenta arrecia y los marineros corremos de un lado a otro de la cubierta, desconcertados. Si no encontramos pronto un diccionario, nos vamos a pique sin remedio".
A.M. Shua.

domingo, 15 de abril de 2007

Paradojas del Delfin 1




EL AÑO DEL DELFIN Y EL AÑO DEL CERDO.
La sabiduría popular juega medio en serio, medio en broma a preguntar: ¿Cuál es el animal que siempre llega el último?. Y la respuesta – como en un famoso e "impre - zionante" parafraseado- se puede resumir en "tres" palabras: "el del – fin".
Los delfines son los mamíferos acuáticos que con más frecuencia se pueden ver en nuestras costas, son los depredadores que compiten con nuestros pescadores, con las focas e incluso con nuestros acuicultores; son como una sonrisa conspicua de las olas y como la rúbrica con la que el mar firma su propia biografía desde los remotos tiempos de la Grecia clásica. También son, según datos de las organizaciones ecologistas, los cetáceos odontocetos que llegan a causar bajas en sus poblaciones de entre 15.000 y 20.000 ejemplares por año en las aguas del Mediterráneo y del Atlántico.
Quizás por esas circunstancias, bajo la cobertura jurídica del convenio de Bonn, se firmaron dos acuerdos internacionales para la protección de los cetáceos; uno de ellos centrado en el Mediterráneo y el Mar Negro (Accobams) y otro en el Mar del Norte y el Mar Báltico (Ascobans). Y tal vez por similares motivos, este año la Convención de especies migratorias de la ONU ha proclamado el año 2007 como el "Año del Delfín". Este esfuerzo internacional no es en vano por que las epidemias, la contaminación –ya sea acústica, debida al tráfico marítimo, o química, por residuos y sustancias tóxicas -, el uso de artes y aparejos de pesca destructivos o no selectivos y la falta de control en algunas zonas, del cada vez más de moda turismo de avistamiento, son solamente algunos de los retos a los que día a día deben enfrentarse los delfines para sobrevivir.
En nuestras costas, predominantemente, se pueden avistar delfines mulares, delfines listados y delfines comunes; si bien el no muy lejano, ni espacial ni temporalmente, establecimiento de instalaciones de cultivo de peces –granjas de dorada y lubina, en su mayoría- ha incrementado notablemente la mayor frecuencia de delfines mulares como muy bien recoge en sus estudios el Dr. Díaz López, director del Instituto de Investigación del Delfín mular en Cerdeña (Italia).
Este año curiosamente también hay otra celebración; no sólo es el año del delfín sino que además celebramos el "Año del Cerdo". Y ya se sabe: "Del cerdo hasta los andares...". El Año Nuevo Chino se celebra en la segunda Luna Nueva después del 21 de diciembre; en el 2007 este día, es el 18 de febrero y da comienzo al año del Cerdo de Fuego.
Para el Feng-Shui el tiempo y el espacio no son dimensiones separadas, sino que se rigen por los mismos principios básicos. El calendario chino, por ejemplo, está construido sobre la base de la Teoría de los Cinco Elementos (Fuego, tierra, metal, agua y madera), al igual que el Feng-Shui. Por lo tanto, los cambios en el tiempo son tan importantes como los cambios en el espacio: Comenzar un nuevo año es, en cierto modo, comparable a una mudanza o a una remodelación; Es iniciar una nueva etapa.
Y ahora es cuando viene lo que nos interesa. ¿Se habrán aliado el cerdo y el delfín para esa necesaria remodelación que le hace falta al litoral andaluz? ¿Habrán unido sus fuerzas para que la gestión integral de las costas, las aguas interiores y el mar territorial estén bajo una misma unidad de arbitrio y decisión?.
El nuevo Estatuto que se ha proclamado coetáneamente con el Año del Cerdo recoge en su Titulo VII, todo un "dodecálogo" de buenas intenciones medioambientales (biodiversidad, sostenibilidad, eficiencia energética, protección y prevención, desarrollo rural e incentivos fiscales entre otras). Sin embargo olvida el mar; la mar como fuente de una variada gama de recursos; el mar como un ecosistema primigenio y diferente, sometido a singulares contaminaciones, a peculiares desertizaciones y, en ocasiones, a usos y abusos insospechados.
Pudiera dar la impresión de que el agua por la que se mueven nuestros delfines no tuviera nada que ver con el agua que se descuelga desde la cima de nuestras montañas. Pero todos sabemos que eso no es así...¿Lo sabemos, no?.
El flamante Estatuto que se nos avecina recoge de forma dispersa competencias de pesca, marisqueo y acuicultura (Art.48), de energía y minas (Art.49), de investigación, desarrollo e innovación (Art.54), de urbanismo y ordenación del territorio (Art.56), de regulación de Espacios Naturales Protegidos con expresa inclusión de los que afecten a las aguas marítimas -debe entenderse que se refiere a aguas interiores – (Art.57), de transporte marítimo y puertos (Art.64), de protección civil y emergencias –sin mención expresa del nivel de intervención de las unidades de Salvamento marítimo – (Art.66), de patrimonio arqueológico (Art.68) y de turismo y deportes náuticos (Arts. 71 y 72.)
Claro está, después de este despliegue competencial viene la cuestión de la implementación. Y, así como quien no quiere la cosa, sobre una zona –pongamos por ejemplo desde el Cabo de Sacratif hasta Castell de Ferro- para la que haya que atender a todas esas competencias concentradas en tan reducido espacio; se tendría que propiciar la intervención – con el actual organigrama de la Junta de Andalucía- de un mínimo de siete Consejerías diferentes y cinco Ministerios pertenecientes a la Administración estatal; sin contabilizar la ineludible participación e intervención de la Administración Local.
¿No son demasiadas instancias?. ¿Se podría suscitar la duda sobre un supuesto caso de esquizofrenia institucional y/o administrativa?. ¿No parecería más razonable, a efectos de conseguir una coordinación eficaz y eficiente, recoger todas las competencias, que por razones espaciales y territoriales se desarrollan en el Mar, en una agencia para Asuntos marítimos?.
Hay precedentes en este sentido, ya que la propia Comisión de la Unión Europea creo no hace mucho la Dirección General de Pesca y Asuntos Marítimos, con un objetivo similar al que se podría plantear en una futura Agencia andaluza que integrase, aunque fuera de manera preliminar, la Planificación y Gestión Integral Costera (pesca, turismo, medioambiente, deportes náuticos, etc.) y los Asuntos Marítimos.
Tengo que reconocer que, al hilo de estas reflexiones y, mientras escribía todo lo que antecede, he oído como risas de delfines y un murmullo machacón y recidivante que hacía llegar hasta mis oídos un popular refrán: " A cada cerdo le llega su San Martín".
Quiero pensar como el Oráculo de Delphos – cuyo nombre se debe a las raíces etimológicas del delfín - que todos esos ruidos – risas y refranes- son sólo un presagio de que los acuerdos internacionales para la protección de los delfines van a poder ver desarrollado, de forma coherente y bajo una misma unidad de criterio, el contenido de sus estipulaciones. Una predicción, un presentimiento, también un buen augurio de que cuando llegue San Martín, el 2007 con su correspondiente cerdo habrá de propiciar esa remodelación que según el Feng-Shui se vaticina para este año. Que así sea y, que todos podamos verlo, si cabe, con más delfines.
Carlos Norman Barea.

Ironia de la Granja




IRONÍAS DE LA GRANJA.

Por fin todos aquellos a los que nos preocupa la conservación del litoral, estamos de enhorabuena y a lo largo de esta exposición podrán ustedes comprender a que me refiero.
Es verdad que aún no se ha creado algo similar a una Agencia andaluza del litoral - ente que podría aglutinar la ingente cantidad de competencias dispersas en estos temas - y, tampoco se ha elaborado todavía una planificación integral de las costas andaluzas que supere las carencias que padecemos desde tiempos inmemoriales. No es menos cierto que los puertos siguen sin integrarse plenamente en la urdimbre territorial y son, a día de hoy, más que otra cosa un quiste de grasa en el tejido geográfico. Cuesta trabajo negar que la investigación, con patente andaluza, en el ámbito de nuestros recursos marinos termina en San Roque - probablemente porque las virtudes milagrosas del santo no dieron para extenderse más ampliamente- y no contempla las posibilidades de nuestro mediterráneo oriental. También tenemos que reconocer que el turismo, esa simpática abeja - como dijo Saramago - por un lado nos da la miel de las divisas pero, por otro lado, nos pica con sus incursiones en el patrimonio natural y sigue constituyendo, mal que nos pese, un "alter ego" de la naturaleza. Finalicemos reconociendo inevitablemente que, los espacios naturales protegidos costeros mantienen a duras penas la bandera de la inalterabilidad de sus valiosos hábitats, pero no terminan de despegar como paradigmas del desarrollo sostenible del que tanto se alardea. Y por último, no por ello menos importante, asumamos que la pesca, los pescadores y el pescado deben ser considerados más de lo que han venido siendo considerados hasta ahora en la toma de decisiones que afectan a un litoral que, aunque a veces se olvida, nutre nuestras apetencias gastronómicas y las faltriqueras de muchos jornaleros del mar.
Sin embargo, como decía al principio, con las nuevas iniciativas de conciliación de todos los intereses implicados en la gestión del litoral, tal vez, podamos ver la luz al final del túnel. Así podemos encontrar en el catalogo de iniciativas propuestas las siguientes alternativas que las diferentes organizaciones, entidades y promotores podrán ir desgranado según sus apetencias:
* En primer lugar aquellos territorios con playas y problemas de tráfico podrán implementar un CHOTEO (Concentración Homogénea de Objetos de Tráfico Ordenado).
* En segundo lugar podrán también acogerse al LECHON (Litoral Ecológico con Capacidad Habitable de Ordenación Normalizada).
* En un tercer nivel podrán disfrutar de un CAPON (Costa Armonizada para la Planificación Orientativa de la Naturaleza)

* Posteriormente en una primera etapa de los escalones más elevados, se estará en condiciones de mantener una PAVA (Programación Avanzada de Vigilancia Ambiental).
* La ascensión de nuevas cotas determinara la obtención de una VACA (Variación Adaptada de Costas Agrestes).
* Y finalmente en la cúspide de la implementación de iniciativas, se podrán congratular de nutrir a un PUERCO (Plan Unificado Estratégico Regional de Coordinación Ordinaria).
Asimismo se ha planteado la formulación de una serie de reglas que combinando las distintas iniciativas propuestas en los párrafos anteriores, conduzcan a una mejora sustancial de nuestras relaciones territoriales con el litoral. Y esta formulación se concreta en las siguientes estipulaciones:
Toda entidad que tenga un CHOTEO, podrá aspirar a conseguir un LECHON.
Cuando más de dos entidades se unan para obtener un CAPON, podrán optar, después de varios CHOTEOS adicionales, al disfrute y mantenimiento de una PAVA.
Las agrupaciones de entidades y organizaciones que tengan más de una PAVA, podrán aspirar a tener una VACA.
Finalmente, todos los poseedores de más de una VACA podrán optar a un PUERCO.
Como corolario queda por indicar que todos los que disfruten de un LECHON, un CAPON, una PAVA, una VACA, un PUERCO, o un CHOTEO podrán pasar a formar parte de la GRANJA (Grupo Regular de Apoyo a la Naturaleza Jodida Armónicamente).
Definitivamente, como habrán podido comprobar, podemos concluir que nuestro litoral va por buen camino, aunque haya sido a costa - nunca mejor dicho - de desmontar la veracidad de uno de nuestros refranes mas consolidados. A saber: "De la mar el mero y de la tierra el...GRANJERO" .

Carlos Norman Barea.