domingo, 15 de abril de 2007

Ironia de la Granja




IRONÍAS DE LA GRANJA.

Por fin todos aquellos a los que nos preocupa la conservación del litoral, estamos de enhorabuena y a lo largo de esta exposición podrán ustedes comprender a que me refiero.
Es verdad que aún no se ha creado algo similar a una Agencia andaluza del litoral - ente que podría aglutinar la ingente cantidad de competencias dispersas en estos temas - y, tampoco se ha elaborado todavía una planificación integral de las costas andaluzas que supere las carencias que padecemos desde tiempos inmemoriales. No es menos cierto que los puertos siguen sin integrarse plenamente en la urdimbre territorial y son, a día de hoy, más que otra cosa un quiste de grasa en el tejido geográfico. Cuesta trabajo negar que la investigación, con patente andaluza, en el ámbito de nuestros recursos marinos termina en San Roque - probablemente porque las virtudes milagrosas del santo no dieron para extenderse más ampliamente- y no contempla las posibilidades de nuestro mediterráneo oriental. También tenemos que reconocer que el turismo, esa simpática abeja - como dijo Saramago - por un lado nos da la miel de las divisas pero, por otro lado, nos pica con sus incursiones en el patrimonio natural y sigue constituyendo, mal que nos pese, un "alter ego" de la naturaleza. Finalicemos reconociendo inevitablemente que, los espacios naturales protegidos costeros mantienen a duras penas la bandera de la inalterabilidad de sus valiosos hábitats, pero no terminan de despegar como paradigmas del desarrollo sostenible del que tanto se alardea. Y por último, no por ello menos importante, asumamos que la pesca, los pescadores y el pescado deben ser considerados más de lo que han venido siendo considerados hasta ahora en la toma de decisiones que afectan a un litoral que, aunque a veces se olvida, nutre nuestras apetencias gastronómicas y las faltriqueras de muchos jornaleros del mar.
Sin embargo, como decía al principio, con las nuevas iniciativas de conciliación de todos los intereses implicados en la gestión del litoral, tal vez, podamos ver la luz al final del túnel. Así podemos encontrar en el catalogo de iniciativas propuestas las siguientes alternativas que las diferentes organizaciones, entidades y promotores podrán ir desgranado según sus apetencias:
* En primer lugar aquellos territorios con playas y problemas de tráfico podrán implementar un CHOTEO (Concentración Homogénea de Objetos de Tráfico Ordenado).
* En segundo lugar podrán también acogerse al LECHON (Litoral Ecológico con Capacidad Habitable de Ordenación Normalizada).
* En un tercer nivel podrán disfrutar de un CAPON (Costa Armonizada para la Planificación Orientativa de la Naturaleza)

* Posteriormente en una primera etapa de los escalones más elevados, se estará en condiciones de mantener una PAVA (Programación Avanzada de Vigilancia Ambiental).
* La ascensión de nuevas cotas determinara la obtención de una VACA (Variación Adaptada de Costas Agrestes).
* Y finalmente en la cúspide de la implementación de iniciativas, se podrán congratular de nutrir a un PUERCO (Plan Unificado Estratégico Regional de Coordinación Ordinaria).
Asimismo se ha planteado la formulación de una serie de reglas que combinando las distintas iniciativas propuestas en los párrafos anteriores, conduzcan a una mejora sustancial de nuestras relaciones territoriales con el litoral. Y esta formulación se concreta en las siguientes estipulaciones:
Toda entidad que tenga un CHOTEO, podrá aspirar a conseguir un LECHON.
Cuando más de dos entidades se unan para obtener un CAPON, podrán optar, después de varios CHOTEOS adicionales, al disfrute y mantenimiento de una PAVA.
Las agrupaciones de entidades y organizaciones que tengan más de una PAVA, podrán aspirar a tener una VACA.
Finalmente, todos los poseedores de más de una VACA podrán optar a un PUERCO.
Como corolario queda por indicar que todos los que disfruten de un LECHON, un CAPON, una PAVA, una VACA, un PUERCO, o un CHOTEO podrán pasar a formar parte de la GRANJA (Grupo Regular de Apoyo a la Naturaleza Jodida Armónicamente).
Definitivamente, como habrán podido comprobar, podemos concluir que nuestro litoral va por buen camino, aunque haya sido a costa - nunca mejor dicho - de desmontar la veracidad de uno de nuestros refranes mas consolidados. A saber: "De la mar el mero y de la tierra el...GRANJERO" .

Carlos Norman Barea.

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